Gestión Emocional 

En los últimos años hemos empezado a dar importancia a la gestión de nuestras emociones y como las emociones afectan directamente al éxito en la vida profesional y personal. Nosotros entendemos que no hay diferencia entre vida personal, profesional o pública, ya que todas pertenecen a la misma vida.

 

Es habitual que las personas que tienen una alta inteligencia emocional la aplican a todos los ámbitos de su vida.  Desde que en 1995, Daniel Goleman publicara el bestseller  “Inteligencia Emocional”, hemos tomado conciencia de lo que afectan las emociones a nuestro día a día.

El cambio de la era industrial a la era de la información, ha potenciado el uso de la gestión emocional en ámbitos antes apenas visibles, todos conocemos alguna empresa que utiliza la Inteligencia Emocional en la gestión de su Capital Humano, con unos resultados positivos para los empleados, la empresa y también para la imagen externa. Google, Apple y otras fueron pioneras en utilizar recursos y modos de gestión que han potenciado la creatividad y satisfacción de sus empleados aumentando así los resultados individuales que se suman a los resultados del grupo, obteniendo resultados fuera de lo común.

“Nosotros no contratamos a gente inteligente para decirles lo que tienen que hacer, contratamos a gente inteligente para que nos digan que tenemos que hacer” - Steve Jobs

Hasta aquí creo que estarás de acuerdo que la buena gestión colectiva de nuestras emociones aporta mejores resultados, pero respóndete a estas preguntas:

¿Gestionas bien tus propias emociones?

¿Eres consciente de todas tus emociones?

¿Has recibido suficiente educación emocional?

Dependiendo del lugar dónde hemos nacido y de la educación que hemos recibido, gestionaremos de un modo u otro nuestras emociones.

A los que hemos crecido en España nos ha sorprendido la reacción de la población japonesa ante el terremoto y tsunami de hace unas semanas, ahora por un minuto piensa en cómo hubieras reaccionado tú, tu entorno, etc.

La población japonesa desde pequeños reciben la educación no solo de cómo reaccionar ante un terremoto, también reciben educación de cómo reponerse ante las adversidades y esto nos hace pensar al resto del mundo que pronto volverán a estar dónde estaban.

Por suerte nunca es tarde y hoy existe la conciencia suficiente como para que aunque ya seamos adultos podamos adquirir la educación emocional necesaria para disfrutar de la vida con mayor satisfacción.

Marcos Paricio

Equipo de Experiencia Coaching

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